Bienvenidos a una nueva edición de Martes de Quejas del Volante, el espacio donde analizamos los problemas más relevantes del mundo automotriz, pero también destapamos las historias que dejan en evidencia el mal servicio de algunas concesionarias. En esta ocasión, le ponemos el foco en un incidente preocupante ocurrido en Ford Jalisco, que ha puesto en duda la seguridad y responsabilidad de esta concesionaria en particular.

Tony Landeros dejó su camioneta en el taller de Ford Jalisco para reparar un detalle en el motor, un procedimiento que debería haber sido simple y rápido. Sin embargo, lo que nunca imaginó fue que un menor –presuntamente hijo de un trabajador del taller– tomaría su vehículo sin permiso para dar una vuelta.

El resultado fue una confrontación entre Tony y el responsable, quien al ser descubierto, no tuvo más opción que enfrentarse a las consecuencias de sus acciones. Tony, con toda razón, llamó a la policía. Sin embargo, lo que realmente sorprende no es el incidente en sí, sino la falta de control, seguridad y responsabilidad que evidenció Ford Jalisco. ¿Cómo es posible que una concesionaria permita que algo tan grave ocurra bajo su techo?

Este no es un ataque a la marca Ford en general, sino a la concesionaria Ford Jalisco, que claramente falló en mantener los estándares de seguridad y profesionalismo que uno esperaría al dejar un vehículo en su taller. Si no pueden garantizar la seguridad de los autos de sus clientes, ¿cómo se puede confiar en ellos para un servicio más complejo o para la reparación de problemas importantes?

El mensaje es claro: no todo se reduce a la marca, sino a las prácticas y la seriedad de la concesionaria que estás eligiendo. Si vas a dejar tu vehículo en una agencia, asegúrate de que se trate de una concesionaria con un historial comprobable de responsabilidad y control.

🔹 ¿Qué harías tú si te encontraras en una situación similar? Queremos saber tu opinión en los comentarios.