A medida que las marcas chinas han mejorado su diseño, los autos de este origen siguen enfrentando problemas que no deben pasarse por alto. Aunque parecen atractivos a primera vista por su precio y estética, la realidad de su calidad deja mucho que desear. Aquí te damos razones para que lo pienses bien antes de hacer la compra:
1. MATERIALES BARATOS
La economía se ve reflejada en los materiales utilizados: plásticos duros, tapicería de baja calidad y una pintura tan delgada que se raya y oxida con facilidad.
2. MAL ENSAMBLAJE
Desde el primer momento, puedes notar fallas en el ensamblaje. Puertas desajustadas, vidrios defectuosos y filtraciones de agua o ruidos indeseados. Estos problemas suelen aparecer en los primeros meses de uso, dejando una mala impresión.
3. FALLAS MECÁNICAS
Los motores no son del todo confiables, las transmisiones presentan fallos prematuros y las suspensiones, a menudo, no duran lo que deberían. La fiabilidad es uno de los puntos más débiles de los autos chinos.
4. VIDA ÚTIL CORTA
Con el tiempo, las visitas al taller aumentan. Además, conseguir repuestos no siempre es fácil y la reventa de estos autos es complicada, ya que no suelen mantener su valor.
MARCAS QUE NO RECOMENDAMOS
- BAIC
- JAC
- Changan
- DFSK
Comprar un auto chino puede parecer una opción tentadora, pero los dolores de cabeza que vienen con él no son pocos. ¿Te arriesgarías a vivir esta experiencia? Cuéntanos tu opinión en los comentarios.