Pocas marcas pueden presumir de haber sobrevivido guerras, crisis, fusiones, y aún así mantenerse en el carril de la innovación. Nissan no solo lo logró, lo hizo con estilo, adaptándose a cada curva de la historia como si tuviera control de tracción desde el día uno. ¿Te subes a esta vuelta rápida por su historia? Vamos.
🏁 1933: El punto de partida
Todo comenzó en Yokohama. En plena agitación de entreguerras, Jidosha Seizo Co. nace con una sola misión: fabricar autos japoneses para los japoneses. Al año siguiente cambia su nombre a Nissan Motor Co., Ltd., y arranca oficialmente el motor de una leyenda.
Pero antes de que Nissan se hiciera un nombre mundial, usaban otra insignia: Datsun. ¿Por qué? Porque sonaba más internacional. El primer Datsun fue el Dat Type 15, un mini auto que parecía más un carrito de golf con esteroides, pero que funcionaba. Era un Japón preindustrial, y esto ya era un salto.
🛠️ Décadas de reconstrucción y expansión (50s-70s)
Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón quedó en ruinas. Pero Nissan no paró. Produjeron camiones para la reconstrucción, y pronto volvieron a los autos para el público. Aquí es donde entra el verdadero cambio: en 1958, Nissan empieza a exportar a EE.UU. con sus modelos Datsun.
Boom. El Datsun 510 (1968) fue el auto que rompió estereotipos. Compacto, confiable y con corazón deportivo, ganó respeto entre los fanáticos del tuning y el motorsport. Luego, en 1969, llegó el 240Z, un deportivo que combinaba diseño europeo, ingeniería japonesa y un precio accesible. Nació una leyenda.
🌀 Los 80s y 90s: Auge y crisis
Nissan entra a los 80s con fuerza. El nombre Datsun desaparece en favor de Nissan a nivel global, consolidando la marca. Expanden fábricas, invierten en tecnología y hacen autos memorables: Maxima, Sentra, Pathfinder, 300ZX.
Pero en los 90, se les viene la noche. Costos altos, demasiados modelos, y una economía japonesa estancada los ponen contra las cuerdas. Para 1999, Nissan estaba literalmente en números rojos.
💥 El rescate Renault y el ascenso Ghosn
Ahí entra el plot twist: Renault, una marca francesa, compra el 44% de Nissan. Muchos dudaron, pero el CEO Carlos Ghosn toma el volante y aplica una cirugía completa: reduce costos, cierra plantas, y enfoca la producción. Lo llaman “el destructor de tradiciones”, pero funciona. Nissan vuelve a generar ganancias en menos de dos años.
Bajo su liderazgo nace el Nissan GT-R R35, un monstruo que redefine lo que puede hacer un auto japonés en la pista. Tecnología, brutalidad y precisión. El “Godzilla” moderno.
⚡ 2010s: El salto eléctrico
Mientras todos hablaban de cambio climático, Nissan lanzó acción: en 2010 lanzan el LEAF, el primer auto eléctrico de producción masiva. No era un superdeportivo ni tenía diseño exótico, pero fue un paso revolucionario. Cero emisiones, totalmente eléctrico, y con más de 650 mil unidades vendidas en el mundo, fue pionero.
También comienzan a hablar de Nissan Intelligent Mobility, una visión donde el auto es más que transporte: es compañero inteligente. Asistencias de manejo, frenado autónomo, conectividad total. El futuro, en piloto automático.
🚀 Hoy: Futurismo con alma japonesa
Con modelos como el eléctrico Ariya o la nueva generación de Z, Nissan mezcla nostalgia con visión futurista. Diseño elegante, inteligencia artificial, y un ADN que nunca olvida de dónde viene: velocidad, innovación y confianza.
¿El objetivo? Una movilidad más limpia, segura, y emocionante. Y lo están logrando.